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La cadera es la articulación de mayor tamaño y densidad, fuente de inspiración de pinturas, canciones y poemas. Ha sido el centro de atención de la moda, y para muchos, es un símbolo sensual.

Por Francisco Anrique / Quiropráctico (Colegio de Quiroprácticos de Chile)

Es la articulación donde se une la cabeza del hueso del muslo (fémur) con el de la pelvis. Esta inserción es denominada técnicamente articulación coxofemoral y se compone de una hendidura llamada acetábulo, donde ensambla la cabeza redondeada del fémur. Por esto, las caderas como articulaciones son muy estables. Cuando están sanas se necesita de mucha fuerza para lastimarlas y desarticularlas. Sin embargo, algunos deportes como por ejemplo rugby, fútbol y artes marciales pueden conducir a lesiones en las caderas por:

  • Desgaste al correr en superficies disparejas
  • Malas posturas
  • Caídas y movimientos mal ejecutados

Algunas lesiones frecuentes en las caderas son:

• Distensiones de ligamentos, músculos y/o tendones: son tejidos que conectan la estructura ósea, y cuando se tuercen o estiran pueden causar una distensión. Las distensiones pueden ocurrir repentinamente o desarrollarse en el tiempo por desgaste o carencias nutricionales.

• Bursitis, inflamación de las bursas: las bursas son bolsas amortiguadoras que protegen y lubrican las articulaciones, y están compuestas de un líquido viscoso y claro alto en ácido hialurónico, denominado líquido sinovial. Para reparar estos tejidos el organismo requiere de vitamina C y proteínas.

• Dislocaciones: son lesiones en las articulaciones que sacan al hueso de su posición normal. Las causas suelen ser caídas, golpes, accidentes o como consecuencia de practicar un deporte de contacto.

• Fracturas:  se producen cuando se rompe una zona sólida del hueso. Las fracturas de cadera son la causa de hospitalización más común en los servicios de urgencias ortopédicas, ocurriendo principalmente en mujeres sobre los 50 años.

• Artrosis y artritis de cadera: suelen confundirse, pero la diferencia entre estas dos patologías es que en la artrosis se observa un engrosamiento y crecimiento anormal del hueso. En cambio, la artritis es una inflamación del líquido sinovial y la membrana interna de la articulación, y se caracteriza por dolor agudo y enrojecimiento de la zona.

A pesar de que todos los factores físicos han sido bien identificados, las causas de las lesiones no traumáticas (accidentales o por desgaste), como en los casos de artritis y artrosis, siguen siendo una gran incógnita para el oficialismo médico. No obstante, fuera de este rígido marco, existen serias investigaciones verificadas por la Nueva Medicina Germánica (NMG) que pueden explicar dichas causas.

La NMG ha logrado la correlación exacta entre un conflicto emocional y la zona del hueso afectada, considerando incluso la intensidad de este conflicto y el tiempo de duración.

Los huesos, al ser la estructura sostenedora del organismo, soportan y aseguran la estabilidad y solidez del cuerpo. Nuestro subconsciente es capaz de debilitar ciertas zonas específicas al identificar que esta estructura ha perdido su valor o utilidad. Así, los problemas emocionales relacionados a la cadera son:

Falta de apoyo, desapego y pérdida de la autoestima

La sociedad y época en que vivimos contribuye al aumento de estos problemas por promover un pobre y errado concepto del ser, desviando la valorización hacia el desempeño y poder adquisitivo, lo que genera una sensación de incapacidad para cumplir el deseo de autorrealización promovido.

Por ejemplo, la capacidad de aguantar o sostener una situación afecta la estructura que de forma directa recibiría el impacto del peso en una situación real; es por esto que sentirse incapaz de resolver un problema o salir adelante debilita la articulación coxofemoral, mientras que la pelvis y el hueso púbico se ven afectados por la percepción de nuestra sexualidad y capacidad reproductiva.

Sugerencias para proteger y aliviar las caderas y otras articulaciones

Muchas personas que solían sufrir de problemas inflamatorios en las articulaciones afirman que hacer ciertos cambios en la alimentación, el estilo de vida, el enfoque y manejo del dolor, las ha llevado a encontrar un alivio sin efectos secundarios.

Permanezca activo

Probablemente debido al dolor causado por las molestias articulares las personas dejan de hacer ejercicio; sin embargo, tanto a nivel preventivo como de tratamiento el ejercicio ayuda a proporcionar un soporte adicional y, a largo plazo, disminuye los síntomas, pudiendo incluso llegar a prevenir una cirugía. Dependiendo de su condición actual, intente hacer semanalmente entre 75 y 150 minutos de ejercicios de intensidad moderada a vigorosa, como por ejemplo:

  • Estiramientos diarios para mejorar el rango de movimiento y flexibilidad.
  • Entrenamiento de fuerza usando pesos ligeros, bandas elásticas o ejercicios con el propio peso corporal, idealmente con una guía profesional.

Tenga en cuenta que la actividad física también mejora la autoestima, por lo tanto, ayudaría en más de una forma a aliviar la artrosis y/o artritis de cadera”.

Hágase terapias naturales

El tratamiento quiropráctico, que consiste en una acomodación manual, ayuda a reorientar las estructuras que han sido desubicadas de su lugar original, lo que contribuye a un equilibrado funcionamiento del sistema nervioso. Así, esta terapia es complementaria a cualquier otra terapia natural, como son el masaje, la acupuntura y la apiterapia en puntos de acupuntura, contribuyendo todas a un alivio notable del dolor.

Consuma alimentos que lo ayuden

Una buena cantidad y calidad de proteínas como las del pescado y el huevo, fortalecen el tejido muscular y articular. El consumo diario de alimentos ricos en vitamina C, junto a las proteínas antes mencionadas, ayudará a formar una buena cantidad de colágeno, proteína presente en todos los tejidos del cuerpo que actúan como armazón (huesos, tendones, ligamentos, cartílagos, músculos y piel).

A su vez, los alimentos ricos en azufre, como ajo, cebolla, espárragos y repollo (este último idealmente como chucrut), ayudan a reducir los síntomas de la artritis.

Y no olvide consumir caldo de huesos. Las investigaciones mundiales en nutrición de la Fundación Weston A. Price, explican que este humilde caldo casero contiene sulfatos de condroitina y glucosamina, los compuestos que se venden como costosos suplementos para reducir la inflamación, la artritis y el dolor en las articulaciones.

Por último pero no menos importante, debe consumir frutas y verduras, preferentemente crudas, que están llenas de vitamina C, enzimas digestivas y compuestos antiinflamatorios. La papaya, que contiene papaína, y la piña, que contiene bromelina, son las mejores.

Tome suplementos antiinflamatorios

Omega 3: Un estudio de 18 meses publicado en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, evaluó los efectos del aceite de borraja vs. el aceite de pescado en el tratamiento de pacientes con artritis reumatoide. Los pacientes se dividieron en tres grupos, uno que tomaba aceite de pescado, otro que tomaba aceite de borraja y otro que tomaba una combinación de ambos. Como resultado, los tres grupos “exhibieron reducciones significativas” en la actividad de la enfermedad.

Se sugiere tomar de 1.000 a 3.000 miligramos al día de un aceite de pescado de alta calidad, asegurándose de que sea libre de metales pesados.

Cúrcuma: La cúrcuma beneficia a los pacientes con artritis porque es una planta antiinflamatoria muy poderosa. Un estudio de Japón evaluó su relación con la interleuquina (IL)-6, la citoquina inflamatoria involucrada en el proceso de artritis reumatoide, y descubrió que la cúrcuma “redujo significativamente” estos marcadores inflamatorios. Esto sugiere que el consumo regular de cúrcuma podría ser una potente estrategia para prevenir el desarrollo de la artritis en primer lugar.

Puede adquirir raíz de cúrcuma y rallarla para esparcir sobre sus alimentos o puede cocinar con ella. También está disponible como suplemento. Se sugiere alrededor de 1.000 miligramos de cúrcuma al día.

Watcher: Para activar sus propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma, se recomienda consumirla con una pizca de pimienta negra molida. 

Alimentos que debe evitar si sufre de artritis o artrosis:

• Azúcar

• Aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados

• Gluten, productos y sub-productos del trigo (harina, pasteles, pan, etc.)

• Productos con demasiados químicos aditivos, como bebidas gaseosas, jugos en polvo, algunos cereales, etc. Generalmente, entre más procesado es el alimento, más larga es su lista de ingredientes en la etiqueta.

• Productos lácteos (con excepción del kéfir y algunos quesos fermentados), ya que suelen producir mayor inflamación.

(Publicado originalmente en El Guardián de la Salud, edición 153, en su versión impresa)

Si quiere aprender más de las causas y los cuidados de las enfermedades óseo articulares, puedes encontrar toda la información necesaria haciendo click aquí: 

Revista Soluciones Digital Nº4 Salud ósea y articular

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