Por Hugo Peralta
La fatiga crónica es una enfermedad de larga duración y puede ser grave, ya que afecta a muchos sistemas del cuerpo. Este síndrome o conjunto de síntomas dificulta la realización de las actividades normales de una persona, llevando incluso algunos casos a la cama.
La fatiga crónica es fundamentalmente una gran falta de energía, cargada de falta de motivación y empatía hacia sí misma y su entorno. Otros síntomas son la somnolencia, el aburrimiento, o la falta de sueño, y visiblemente la fatiga al realizar algún esfuerzo físico.
Hay muchos productos de origen natural que permiten reducir la fatiga crónica, sin embargo, hay que tener en claro que todo depende de los diferentes organismos, pues los cuerpos son diferentes, y los efectos también.
Nutrientes
Algunos de gran beneficio son nutrientes como la carnitina, coenzima Q10, melatonina, magnesio, hierro, cafeína, triptófano, y especialmente la vitamina C. También es importante considerar de manera anticipada o preventiva consumir un complejo de vitaminas B, junto a la vitamina B3 consumida por separado, ya que esta facilita la recuperación del estrés provocado por los estilos de vida actual y es de gran aporte en tiempos de excesivo estrés.
Plantas
Las plantas o hierbas medicinales que permiten combatir el estrés y el cansancio son incontables, pero dependerá directamente de la singularidad de cada organismo cuáles podrían tener resultados óptimos. Algunas de las más recomendadas son:
- Ginseng, recomendado especialmente para la fatiga
- Guaraná, estimulante natural
- Cascara del cacao, para reducir la fatiga
- Nuez moscada, contra el agotamiento
- Rhodiola, hace frente al estrés y el cansancio mental
- Romero castilla, como estimulante físico y mental
- Otras hierbas de gran ayuda para levantar la energía son té verde, mellisa, flor del naranjo, jengibre, cola de caballo, te de matcha, y hierba mate.
Esencia herbal del romero: es un producto realizado bajo las nociones o conocimiento de la elaboración de las flores de Bach. Esta esencia accede a la energía perdida por el estrés habitual del día. Se toman seis gotas directo debajo de la lengua hasta seis veces por día, dependiendo del grado de perdida de energía por el estrés diario.