Por la abuela Chepita Fuentes / Hortelana y naturópata
Mis amigos huerteros de casa, asertivo es decir que la espinaca es una verdura muy usada en nuestras cocinas, fácil de cultivar en nuestras huertas, y como toda verdura, valiosa en propiedades medicinales y nutritivas.
Como es sabido, hay semillas que es mejor plantarlas primero en almácigos para luego trasplantarlas y otras pueden ir directamente al lugar donde van a crecer. Pues con la espinaca se puede hacer de las dos maneras.
En primavera y verano yo prefiero sembrarlas directamente sobre tierra esponjosa que ya humedecí bien la noche anterior y la cubro con 2 centímetros de tierra fina. Como hay muchos que están plantando en tiestos o maceteros, estos deben tener un mínimo de 20 cm de profundidad para que la planta se desarrolle bien debido a que tiene raíz pivotante, como la acelga, aunque no tan grande.
Aunque se puede sembrar todo el año si es que tiene invernadero, normalmente se planta desde septiembre hasta abril. Si no se tiene invernadero, se pueden plantar en maceteros y colocar dentro de la casa como planta de interior si es que tiene lugares asoleados. No resiste las heladas y los vientos la maltratan. La tierra debe ser esponjosa, con mucha materia orgánica y con buen drenaje.
Cuando la plantación es extensa, la ataca a veces un virus que pone amarillas sus hojas, o una larva que les deja como galerías; difícil que pase en las huertas caseras donde está rodeada de muchas especies. Pero alguna vez podría pasar, pero no alcanza a ser plaga.
Cuando la planta llega a su madurez, se desentierra con raíz y solo se dejan las destinadas para semilla. No es como las lechugas que se les va sacando las primeras hojas y siguen creciendo hermosas las que siguen, la espinaca se debilita al sacarle las primeras, o se va de inmediato a flor.
Si la tierra es buena y suelta, se darán frondosas las matas. Como la semilla es pequeña, yo la mezclo con arena al plantarla y así puedo controlar mejor para que no queden demasiado juntas al asperjar la semilla sobre el lugar a sembrar. Esta táctica la ocupo con toda semilla chica que planto en forma directa.
¿Cómo cocinarla?
Si la desea en una preparación en curso (caldos, guisos, salteados etc…) debe agregarla 2 a 3 minutos antes de terminar la cocción, con el calor pierde sus valores nutritivos. Aún al vapor debe ser muy corto. Salteada es mejor. Si va en tortillas, el huevo la protege del calor y soporta bien. Excelente en ensaladas y muy suave al paladar.
Pasando a otro tema vino un niño de 10 años, que está haciendo una mini huerta en el antejardín de su casa, a buscar unas semillas que le había prometido. Y me hizo una pregunta muy interesante; ¿Por qué se agotan los suelos? Y la respuesta la quiero compartir con Uds. pues creo que a muchos les va a servir:
El desgaste del suelo puede producirse por diferentes motivos. Repetir un mismo cultivo año tras año provocará el agotamiento de ciertos nutrientes, y el uso continuo, sin reponerle la fertilidad, termina empobreciéndolo. Para evitar este daño, en la huerta casera tendremos que recurrir a la rotación de cultivos y a un buen abono. Los suelos desnudos también corren el riesgo del desgaste, porque se les pisa aplastándolos y se aprietan mucho, luego si llueve el golpe de las gotas lo termina de permeabilizar al punto que ni pasto brota. Y el viento es otro que lo golpea implacablemente y el sol lo transforma en costras.
Por eso si por algún motivo no puede plantar en él, deje que le crezca pasto o hierbas libres que algo de nutrientes le aportarán y lo protegerán, también puede cubrirlo con mantillo que lo protegerá evitando la erosión por el viento y el resecamiento por el sol.
Así que si queremos tener buena cosecha tendremos que saber como proteger y alimentar nuestra tierra de cultivo. Pero con un buen plan de rotación que beneficiará a la tierra, nuestra cocina y el bolsillo.
Hasta la próxima, si Dios no dispone otra cosa. Cuidemos nuestra salud, que no es tiempo de desordenarnos porque estamos viviendo cambios tan inesperados que debemos vivir cada día su afán en forma lo más austera y serena posible, pues la incertidumbre del MAÑANA es imposible de predecir. ¡Que Dios nos bendiga y proteja!