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Extracto de un artículo por la Dra. Rachelle Herdman, MD, ND.

Para la menopausia, la vitamina E es un remedio probado para los sofocos y los sudores nocturnos. La vitamina E de origen natural incluye tocoferoles y tocotrienoles naturales mixtos, que trabajan juntos para aliviar los sofocos, los calores nocturnos, la interrupción del sueño, la urgencia y fugas de la vejiga y otros síntomas de la menopausia.

Las investigaciones

Los episodios calientes o cálidos que se sienten como un horno interno afectan hasta al 75% de las mujeres menopáusicas. Un estudio doble ciego con placebo en el 2007, notó de 51 mujeres, diferencias estadísticas significativas tanto en la gravedad de los sofocos como en la frecuencia diaria con la terapia de vitamina E. Un estudio de Gynecologic and Obstetric Investigation demostró que la vitamina E es una alternativa natural al reemplazo de estrógeno y un remedio eficaz para los síntomas vasomotores, incluidos el sobrecalentamiento y la sudoración. Los investigadores encontraron que había diferencias estadísticas significativas en la puntuación de la gravedad de los sofocos después de que las mujeres tomaran 400 UI de vitamina E al día durante cuatro semanas. Llegaron a la conclusión de que, según el ensayo, la vitamina E es un tratamiento recomendado para el alivio de los sofocos.

Aunque la vitamina E es bien conocida como antioxidante, una investigación mostró que puede ayudar a prevenir el estrechamiento de las arterias. Esta acción se ha estudiado principalmente en enfermedades cardiovasculares, pero también puede explicar cómo estabiliza el flujo sanguíneo arterial y como, por ese mecanismo, reduce los sofocos.

El efecto del estrés

El estrés es muy común debido a nuestro agitado estilo de vida, y la reducción de la capacidad para afrontarlo es un síntoma típico de la perimenopausia (período de 1 a 10 años antes de que cesen los ciclos menstruales).  Durante este periodo los niveles hormonales de estrógeno y progesterona a menudo están desequilibrados y fluctúan de manera impredecible.  Esto exacerba muchos de los síntomas de estrés que experimentan las mujeres, como la ansiedad y la impaciencia.  La vitamina E natural se ha sugerido como un suplemento que puede ayudar a aliviar el estrés durante la perimenopausia y la menopausia a través de sus propiedades antioxidantes.

Un estudio con ratones descubrió que cuando estaban sujetos a estrés, sus niveles de estrés oxidativo (un desequilibrio en la producción de radicales libres y defensas antioxidantes) aumentaban junto con el agotamiento de los antioxidantes.  Aquellos con deficiencia de vitamina E soluble en grasa mostraron una disminución significativa en los antioxidantes propios de sus cuerpos y una mayor sensibilidad a la inflamación aguda.  Resumieron que la vitamina E puede ser de importancia práctica para optimizar las estrategias de protección contra la inflamación.

Estrés Oxidativo

Debido a que el estrés causa daños neurotóxicos en los humanos (muy probablemente a través de la generación de radicales libres), otro estudio comparó el potencial antioxidante de las vitaminas A (betacaroteno) , E y C (ácido ascórbico) en el estrés oxidativo en cerebros de ratas, en donde se encontró que la vitamina E aislada era más efectiva para reducir el estrés oxidativo.

Depresión

Esta es un efecto secundario común de la menopausia y el estrés.  Otro estudio examinó las concentraciones séricas de vitamina E en pacientes con depresión mayor en comparación con voluntarios normales. De 68 sujetos, los investigadores encontraron que aquellos con bajas concentraciones de vitamina E en sangre tenían muchas más probabilidades de sufrir depresión que aquellos con concentraciones más altas.  Por lo tanto, la vitamina E puede ayudar a sobrellevar y controlar el estrés durante la menopausia.  Y también proteger el cuerpo y el cerebro de los efectos tóxicos del daño tisular inducido por el estrés.

La sequedad vaginal

La vitamina E también puede ayudar a aliviar la sequedad vaginal.  Esta experiencia menopáusica tan desafiante, que enfrentan muchas mujeres, afecta el tejido genital y también puede afectar la función urinaria.  Debido a la disminución de los niveles de estrógeno, los tejidos de la vagina, la uretra y la vejiga se adelgazan y pierden elasticidad, lo que provoca atrofia genitourinaria.  Los síntomas pueden incluir molestias vulvovaginales, picazón, ardor, hormigueo, sequedad, vulnerabilidad al crecimiento excesivo de hongos o infecciones de la vejiga, dolor con la penetración vaginal relacionadas con la sequedad o la estrechez de la abertura vaginal, sangrado poscoital, flujo vaginal y fuga de la vejiga.  Estos síntomas pueden afectar la comodidad y la calidad de vida, ya que altera la vida social de las mujeres, su confianza, su vida sexual y sus relaciones de pareja.

Tomada por vía oral, la vitamina E natural puede aliviar gradualmente la sequedad vaginal y los síntomas de la vejiga, como la urgencia, la polaquiuria, las fugas o los viajes nocturnos al baño, ya que estabiliza los niveles de estrógeno.  Aplicada tópicamente, la vitamina E puede ayudar a restaurar la lubricación vaginal de manera suave y efectiva. Usando solo cápsulas con vitamina E de una base alimenticia (aceite de germen de trigo), es seguro pinchar la cápsula y aplicar una gota del tamaño de una perla con la yema del dedo en los tejidos vaginales.

Fuente: https://doctorherdmanclinic.com/resources/articles/womens-health/menopause-vitamin-e/

 

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