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Por:  Equipo GS

Existe muchísima información errónea sobre nutrición que confunde al consumidor y lo lleva a tomar malas decisiones.Una de ellas es la recomendación de preferir la margarina, un producto químico, por sobre la mantequilla, un producto natural.

Diferencia entre mantequilla y margarina

Ambas sirven al mismo propósito. Se usan para cocinar, hornear y untar.

La mantequilla se hace batiendo la porción grasa de la leche de vaca hasta que se convierte en el producto final… mantequilla. Eso es todo.

Se trata de un alimento que ha sido consumido por siglos, pero debido a que contiene grandes cantidades de grasas saturadas y colesterol, en las últimas décadas, su consumo ha sido reprobado por nutricionistas y medios de comunicación. No obstante, la grasa saturada que contiene, que no debe confundirse con las ‘grasas trans’ presentes en la margarina y en la comida rápida, es rica en vitaminas A y D, así como calcio y fósforo que pueden ser beneficiosos, por ejemplo, para bajar la presión sanguínea.

Además, un gran estudio de revisión publicado en el 2010 por The American Journal of Clinical Nutrition, analizó 21 estudios que incluyeron un total de 347.747 participantes y no encontró ninguna asociación entre las grasas saturadas y las enfermedades cardiovasculares (1).

Es más, consumir grasas saturadas en realidad mejora el perfil lipídico.

Aumenta el colesterol HDL (el “bueno”) y cambia el colesterol LDL (“malo”) a un subtipo benigno que no está asociado con enfermedades cardíacas.(2, 3)

La margarina, por su parte, es totalmente diferente. Es una sustancia altamente procesada que se inventó para reemplazar a la mantequilla. Sus ingredientes principales son aceites vegetales junto con emulsificadores, colorantes y varios otros ingredientes artificiales.

Los aceites vegetales son principalmente insaturados, lo que es un problema, puesto que son líquidos a temperatura ambiente y no sirven para untar. Para remediar esto, los aceites son sometidos al proceso de hidrogenación, que implica exponerlos a altas temperaturas, alta presión, gas de hidrógeno y un catalizador metálico. Este proceso le da al producto una consistencia más sólida a temperatura ambiente y extiende su vida útil, y también convierte algunos de los aceites vegetales en grasas trans, altamente tóxicas y fuertemente relacionadas con enfermedades cardíacas. (Para obtener más información sobre el proceso de fabricación de la margarina, favor revise la Ed. 9, pág. 3 del GS)

Si bien hoy existen algunas margarinas que declaran ser libres de grasas trans, es bueno que usted sepa que los fabricantes pueden etiquetar sus productos como libres de grasas trans si tienen menos de 0,5 gramos de estas grasas por porción. Entonces, para asegurarse de evitar por completo las grasas trans, si en alguna parte de la lista de ingredientes dice “hidrogenado”, evite ese producto.

No obstante lo anterior, incluso si la margarina es libre de grasas trans, todavía es mala para su salud. Los aceites vegetales usados en ella, tales como el de cártamo o el de soya, pueden ser muy perjudiciales por sí mismos.  Estos tipos de aceites son las mayores fuentes de ácidos grasos omega 6 en la dieta, de los cuales ya consumimos demasiados. Varios estudios han vinculado el consumo excesivo de aceites vegetales poliinsaturados con complicaciones de cáncer y aquello que la margarina se supone que previene… las enfermedades cardíacas.(4, 5)

¿Qué mantequilla es mejor?

Los efectos saludables de los alimentos animales dependen de lo que el animal come.

Las vacas que comen pasto en su ambiente natural dan una leche, y por ende mantequilla, mucho más nutritiva que aquellas alimentadas principalmente con granos, en ambientes cerrados. Por eso, la mejor mantequilla será la de campo, hecha con leche cruda no pasteurizada.

De todas maneras, la mantequilla en general sigue siendo un muy buen alimento, aportando vitaminas A, D, E y K2, esta última previene enfermedades cardíacas, cáncer y osteoporosis; minerales como selenio, manganeso, cromo y zinc; ácidos grasos omega 3; ácido Linoleico Conjugado (CLA) y colesterol, necesario para mantener la salud intestinal y para el desarrollo del sistema nervioso, cerebral y hormonal en los jóvenes.

 

Referencias:

(1) http://ajcn.nutrition.org/content/early/2010/01/13/ajcn.2009.27725.abstractatvb.ahajournals.org

(2) http://ajcn.nutrition.org/content/67/5/828.shortncbi.nlm.nih.gov

(3) http://atvb.ahajournals.org/content/12/2/187.short

(4) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16387724

(5) http://www.biomedcentral.com/1741-7015/10/50

Fuente: Authoritynutrition.com

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