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Por Equipo GS

Entrevista al abogado Juan Miguel Pardo, quién nos da su opinión personal y profesional:

«En relación a las sentencias de las cortes de apelaciones en contra de los padres que se han opuesto a las vacunas, es mi opinión fundada con conocimiento de causa que no hay mucho que hacer en términos reales.
La gente, y estamos hablando aquí de las familias que se oponen a las vacunas o personas que se oponen a las vacunas que son minoría en el país, se asombran y exaltan al ver una sentencia así, pero resulta que esto, en términos absolutos, no es ni corresponde a ninguna novedad. Esto es lo que ha acontecido históricamente y a contar de la falsa pandemia se profundizó. Más ahora en 2025, donde se ha agudizado dicha situación.

Para mí es más increíble ver que dentro del mismo grupo de no vacunados todavía exista gente que cree en el viejito pascuero. Ya debiesen tener absolutamente en claro que el poder judicial es parte del Estado y que el estado actual que comenzó a funcionar en las Naciones desde finales del siglo 18 no ha tenido una real separación de poderes sino que actúan de manera mancomunada, protegiendo los intereses de los políticos en definitiva y de grupos con poder y dinero. La farsa que hemos vivido sobre la inexistente democracia lleva a los incautos a confiar en un poder judicial que bien podríamos llamar poder perjudicial y que no actúa con verdadero conocimiento. Se llenan la boca en hablar de ciencia cuando estoy seguro que ni siquiera saben lo que significa hacer ciencia. Así, por ejemplo, una bomba nuclear se hace en un laboratorio muy sofisticado, pero algo que es hecho de manera tan científica, de acuerdo a estos seres, de manera alguna se hace para proteger la salud de la población sino que son para exterminarla, del mismo modo que estos fármacos llamados vacunas, que fueron creados con el expreso propósito de enfermar a la población mundial y que quedasen cautivos en manos del mafioso monopolio médico en forma vitalicia. Algunos han tenido peor suerte y han pasado a otra vida porque sus organismos no fueron capaces de soportar el veneno que les es administrado desde las distintas administraciones de gobierno. En ese sentido y para finalizar sólo me resta hacer un llamado a la acción en términos de difundir de no creer en instituciones que no funcionan o que funcionan negativamente, que el hecho de que hayan algunas personas, algunos jueces honorables, dentro del sistema no modifica en parte alguna el funcionamiento del sistema».

Ruth Modra, GS: Muchas gracias por darnos su opinión de forma tan clara y sin pelos en la lengua, Juan Miguel. Alguien tiene que decirlo… Y por ende, lo que estoy entendiendo es que la mejor medida sería hacer todo lo posible dentro de las medidas de prevención, para así no llegar a alguna demanda, y de esa formar evitar exponerse a obtener un veredicto de este tipo.

En relación a las medidas preventivas que se pueden tomar, ¿nos podría explicar un poco más?

Juan Miguel Pardo, abogado: «Las que se pueden decir públicamente, son en primer lugar: presentar la carta legal de denegación del consentimiento informado. Este no es un problema médico o sanitario, por lo tanto, un certificado médico no resuelve el problema, no obstante, se puede hacer un certificado siempre que exista la carta legal de rechazo, porque ahí viene a ser un complemento. Pero lo más importante es la carta, porque el problema de fondo es la obligatoriedad y la obligatoriedad emana de una norma. En este caso estamos hablando de decretos, por eso la forma correcta de combatir estos decretos es a través de una carta legal y de acuerdo a lo que he podido apreciar hasta el momento, debe ser firmada por un abogado, porque son muchas las cartas personales que no han sido tomadas en cuenta y que llegan y vacunan a los niños igual. Sin embargo, yo puedo decir de manera personal que mis cartas que van firmadas por mí han surtido pleno efecto y a esos niños no los han vacunado. Esa es la medida preventiva por excelencia. Las otras medidas preventivas pasan por no dar los domicilios personales en los consultorios o lugares públicos, ocuparse en entregar otros domicilios de tal manera que no los puedan localizar, bloquear los teléfonos de los consultorios o no contestar sus llamados; si es que uno está con estos cuestionamientos respecto de la falta de vacunas es necesario poner atención a quién está llamando. Otra medida preventiva es no firmar jamás los documentos que presenta el MINSAL y recordar que mis cartas tienen el mismo objetivo que el de estos documentos de rechazo del Minsal».

Ruth Modra, GS: Me queda clarísimo. Muchas gracias por entregar una información tan completa, Juan Miguel. Es muy alentador saber que existen abogados en Chile dispuestos a ayudar a los papás que buscan libertad sanitaria y de conciencia en relación a la vacunación de sus hijos.

Contacto Juan Miguel Pardo +56 9 6604 6774 (sólo whatsapp) lunes a viernes de 09:00 a 18:00

 

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